Elección De Veterinario

¿Cuál puede ser la mejor elección del centro veterinario para mi mascota?
Con idéntica responsabilidad y cuidado con la que elegimos y medimos quién será el pediatra de nuestros hijos o nuestro médico de cabecera, debemos de afrontar también la elección de un centro veterinario para nuestro animal de compañía.
Lo ideal es contar con un profesional que viva cerca de nuestro domicilio. Las clínicas veterinarias mayores, con equipamiento más sofisticado, atenderán con más medios a nuestro animal de compañía pero esto también se notará probablemente en la factura. Una clínica veterinaria más pequeña seguramente no contará con servicios especializados en traumatología, neurología odontología, laboratorio especializado, etc., por lo que en casos puntuales nuestra mascota deberá acudir a otra clínica donde existan estos servicios. Lo ideal es encontrar una red de centros donde disponga de centros de atención primaria y centros de especialidad. En España tenemos una red de clínicas que forman una franquicia “Nexo Centros Veterinarios”, con mas de 38 centros distribuidos por toda España.
No es mala idea pedir recomendaciones a nuestros familiares y amigos que puedan relatarnos su experiencia antes de tomar tan importante decisión. Ten en cuenta que seguramente será quien seguirá la evolución de nuestra mascota desde cachorro. Nos deberá inspirar confianza y simpatía, en un ambiente cordial lograremos sacarle mayor partida a las consultas. Es recomendable visitar las instalaciones antes de decidirnos por el centro veterinario que atenderá a nuestro mejor amigo, incluso un factor a considerar puede ser el comprobar que el personal auxiliar es amable y eficiente tanto con nosotros como con nuestra mascota.
Deberíamos hacernos alguna preguntas como:
¿Con que personal cuentan?, ¿Que horario al público tienen? ¿Disponen de urgencias? ¿Que servicios ofrecen? ¿Que trayectoria tienen? . Una forma cómoda y segura que nos ayudan a la elección es hacer un pequeño estudio en Internet a través de Google o las redes sociales?
Preguntar a personas de confianza , que tengan animales y que les cuiden como quieres cuidar al tuyo, sobre su experiencia en los centros cercanos y en los centros con especialidades.
Cuando hayamos realizado la elección del profesional, debemos telefonearlo para concertar la primera cita. Es importante que seamos nosotros mismos quienes acompañemos a nuestra mascota, tendremos los datos más seguros y detallados relacionados con el motivo de consulta. Si nuestra mascota no ha sido aún vacunada es mejor que la llevemos en brazos para evitar cualquier contagio por el contacto con otros pacientes. Nunca deberíamos dejar a nuestro perro suelto, es recomendable que mientras esperamos ser atendidos siga con la correa puesta. Si debemos llevar muestras de orina o heces conviene pedir en la misma clínica veterinaria que nos asesoren de los recipientes para transportarlas. Recuerda que antes de una operación el animal debe ir a la consulta en ayunas.
La primera consulta veterinaria incluirá un interrogatorio que abarcará datos desde del nacimiento, e incluso antecedentes de los padres o hermanos, patologías que haya padecido además de un examen general que abarcará piel y pelaje, ojos, nariz, encías, orejas, aparato respiratorio, cardíaco, reproductor y palpación de órganos internos. Si el motivo de consulta es más concreto se realizará una exploración más minuciosa de los aparatos u órganos presuntamente involucrados.
Si las visitas al veterinario son periódicas al menos una vez al año, evitaremos tener que consultarlo cuando el problema reviste mayor gravedad o con complicaciones añadidas que probablemente hubiéramos evitado si nuestro animal se encuentra controlado. Gracias a los registros informatizados de los pacientes se logra una mayor eficacia en el diagnóstico y en los tratamientos. Recomendamos que el veterinario estudie la posibilidad de preparar un programa de prevención para el primer año del animal
Por último, ya en la consulta no nos dejemos impresionar por una terminología científica que seguramente desconozcamos. Si bien nuestras mascotas no pueden preguntar, nosotros podemos y debemos hacerlo por ellas.
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